Procesos de sucesión

Procesos de sucesión

La sucesión natural de las especies es el vehículo a través del cual fluye la vida en el tiempo y el espacio.

La Tierra y el sol se complementan. La vegetación y la vida animal de nuestro planeta Tierra convierten la energía del sol en compuestos orgánicos. Cada ser vivo tiene una función única que contribuye, bien directamente a este proceso mediante la fotosíntesis y la quimiosíntesis de plantas, bacterias y algas verdes, bien, indirectamente, a través de sucesivos procesos de transformación, intermediación, transporte, optimización y aceleración. El exceso de energía solar transformada en compuestos orgánicos se deposita en los pantanos (con el tiempo se convierte en compuestos de carbono) y en los océanos tropicales (con el tiempo forma hidrocarburos y gas).

E. Götsch explica que la vida se organiza en sistemas en todas partes. A medida que avanza el tiempo, la vida aumenta y se hace más compleja, dando lugar a sistemas más elaborados (procesos sintrópticos) que no son estáticos; al contrario, son muy dinámicos.

Los "colonizadores", que se encuentran en suelos destruidos, acantilados y lugares sobreexplotados, dan el primer paso. Por ejemplo, las primeras en colonizar las rocas estériles son las bacterias que crean las condiciones necesarias para el desarrollo de musgos y líquenes. A su vez, cuando han creado las condiciones que favorecen el desarrollo de otras especies más exigentes, comienzan a desarrollarse las plantas pioneras, que inician la siguiente etapa, los primeros Sistemas de Acumulación.

Los sistemas de acumulación se caracterizan por incluir especies vegetales con una amplia relación carbono/nitrógeno. El contenido de lignina de la materia orgánica es elevado y; en consecuencia, la descomposición de la materia orgánica como hojas y partes leñosas es lenta (acumulación de energía - materia orgánica).

Los frutos que producen los árboles del sistema lignícola no son comestibles ni para el hombre ni para los animales grandes. En ellos viven insectos nocivos para el ser humano, pequeños animales como ratones, serpientes venenosas y pequeñas aves. A medida que las condiciones de vida mejoran gracias a la propia dinámica de la vida (procesos de sucesión), comienzan a aparecer otras especies que forman parte de los siguientes Sistemas de Acumulación.

Es más fácil que la vida alcance este estado en suelos que se originaron a partir de rocas graníticas o basálticas jóvenes. Las condiciones de vida en el sistema intermedio son mejores, dada la relación más estrecha Nitrógeno/Carbono, los frutos y semillas mejorados y los animales de tamaño medio.

Los Sistemas de Abundancia se encuentran en la cima de la cadena de complejidad. Normalmente, se encuentran en los bosques ciliares y aluviales, en los cauces de los ríos y en las cuencas hidrográficas. Estos sistemas son el hábitat de grandes animales y su vegetación se caracteriza por los estrechos vínculos Carbono/Nitrógeno.

Las especies que se encuentran en los Sistemas de Abundancia se caracterizan por sus grandes frutos, ricos en hidratos de carbono, grasas y proteínas que son capaces de sustentar a animales de gran tamaño. Para sobrevivir, el hombre, al ser un animal de gran tamaño, necesita las condiciones que prevalecen en los sistemas de abundancia.

Los procesos de transformación en estos sistemas de abundancia son intensivos y el flujo de carbono es muy elevado (mayor actividad de los microorganismos). Dentro de cada uno de los sistemas descritos anteriormente existe una secuencia en cuanto a la dominancia de los diferentes consorcios de especies.

Los consorcios que caracterizan las distintas etapas son los siguientes:

El grado de desarrollo que alcanza cada sistema se caracteriza por el estadio de desarrollo de las especies predominantes consideradas en la sucesión natural. Así, cada sistema tiene su propio consorcio de organismos pioneros, secundarios y primarios, que también están sujetos a variaciones en función de las características ecológicas del lugar.

Sin embargo, los principios de la sucesión natural son los mismos para todos los ecosistemas.

Comprender los principios de la sucesión natural y las especies asociadas a ellos en cada etapa y en cada ecosistema es la clave para lograr una gestión satisfactoria de los sistemas agrícolas y forestales dinámicos y estratificados.

1. Pioneros (hasta 6 meses)
Tras eliminar la capa primaria de vegetación (como resultado de prácticas de tala y quema, o cuando un árbol emergente cae, dejando un espacio vacío) comienzan a crecer muchas plantas pioneras y otras especies correspondientes a la siguiente sucesión.

La mayoría de nuestros cultivos de ciclo corto pertenecen al grupo pionero del Sistema de Abundancia: Maíz, Arroz, Boniatos, Soja, Judías, Calabazas, Tomates, Sandía.

2. Secundaria I (de seis meses a dos años), II (de dos años a 15 años)
La vegetación secundaria nace junto con las pioneras, dominando a estas últimas al cabo de uno o dos años. La vegetación secundaria incluye especies con diferentes ciclos de vida (dos, quince, ochenta años, aproximadamente).

Las especies secundarias de ciclo de vida corto (dos a 15 años) más reconocidas en la Región del Alto Beni de Bolivia son las siguientes: Yuca, Piña, Caña de Azúcar, Banano, Cecropias, Madera de Balsa, Ingas ssp., Cardamomo, Maracuyá, Morera, Curcucma, Toco (Schizolobium amazónicum), y otras.

3. Secundaria III con ciclo de vida largo (de 15 a 80 años)
A continuación se presentan algunas de las especies que forman parte de bosques en proceso de convertirse en bosques primarios: lo que llamamos bosque primario es también un sistema en transición y sujeto a cambios.

Asaí (Euterpe ssp.), Pejibeye (Bactris gassipaes), Motacú (Scheelea princeps) Naranjas y otras plantas cítricas, Jacaratia cf. digitata, Eritrina ssp, Guazuma ulmifolia, Jackfruit (Artocarpis altilis, Artocarpis heterophylla), Guanábano - Árbol, Guanábana (Anona muricata), Lima, Mandarina nativa, Aguacate (Persea americana).

4. Primaria (> 80 años)
El consorcio primario está compuesto por especies del "bosque primario" que dominan a las especies del secundario III. Con el tiempo, se convierten en los estratos superiores y en los árboles que emergen del bosque. Los pioneros y las diferentes especies secundarias nacen junto con las especies primarias. Para que las primarias prosperen deben ser criadas por las primeras.

Algunos ejemplos de especies encontradas en un bosque primario y de cultivos primarios del Sistema de Abundancia en Alto Beni son los siguientes Cacao, Copuazú (Theobroma grandiflora), Achachairú (Rheedia ssp.), Café, Marañón, Caoba (Swietenia macrophylla), Ceiba (Ceiba ccp.), Ochóo (Hura crepitans), Ficus ssp., Caucho (Hevea brasiliensis), Castaña (Bertholletia excelsa), Ajo de monte (Gallesia integrifolia), etc.

Dentro de una sucesión, para conseguir un bosque primario no se puede omitir ninguna de las etapas de la sucesión natural. Sin embargo, aunque no pueda saltarse ninguna de las etapas, una intervención adecuada puede acelerar algunos de estos procesos.

Para garantizar el éxito y la productividad de un sistema agroforestal, deben plantarse todas las especies que forman parte del sistema en un lugar y un momento determinados.

No respetar el proceso de sucesión natural tiene consecuencias
Actualmente, talamos y quemamos los bosques primarios para crear las condiciones adecuadas para nuestros "pioneros". Cuando ya no somos capaces de cultivar estos pioneros, se deja descansar el terreno, favoreciendo el desarrollo de especies características del bosque secundario. Al cabo de 5 ó 7 años, se tala y quema el bosque secundario y, de nuevo, cultivamos especies que pertenecen al consorcio de pioneros. Dependiendo de las condiciones edafoclimáticas y como consecuencia de esta práctica, el Sistema de Abundancia se degrada en un Sistema de Acumulación Avanzado o, peor aún, en un Sistema de Acumulación Pobre. Las especies pioneras de los Sistemas de Abundancia no son capaces de crecer en los Sistemas de Acumulación. Durante un tiempo, entonces, insistimos en cultivarlas en condiciones adversas, utilizando productos químicos y pesticidas que simulan las condiciones que prevalecen en los sistemas de abundancia, hasta que el ecosistema se degrada tanto que ningún cultivo de nuestro interés tendrá éxito.

En esta fase, muchos agricultores plantan pioneros de un sistema secundario como las gramíneas. Al final son expulsados por los pioneros de los sistemas secundarios inferiores (por ejemplo: sujo - Imperata spp.). Cuando se llega a este punto, el suelo ya no puede sustentar al ganado. Como consecuencia de la degradación de los suelos y los ecosistemas, empiezan a producirse catástrofes naturales como sequías, inundaciones y huracanes.